La gente se queja y cada vez más, parecen empezar a concienciarse con las cadenas de producción de la ropa o con el made in... Y es que o nos concienciamos o nos cargamos el mundo... Hoy cuando leía el suplemento de El País SModa dedicaban unas páginas a la eco moda, y es verdad que las marcas de eco-lujo o low-cost -con líneas eco- están cada vez más en alza.
Sin embargo, ¿que hay del respeto por la mano de obra? Parece que ahora empezamos a cuidar nuestro armario haciéndolo cada vez más sostenible, pero sin pensar en quien hay detrás de ese jersey de Zara o ese vestido de Gucci. Con el desastre de Bangladesh estamos más alerta, sin embargo nuestra pereza -muy típica española- por no invertir un poco más en nuestra ropa o por buscar esas marcas que realmente vemos reflejadas nuestros valores como compradores, pasan factura y hace que las cosas no cambien. Muchos pensarán esa no soy yo, pero: ¿Haces lo mismo que piensas?
Me gustaría saber cuantos de los que lean este artículo y estén a favor, se olviden completamente cuando realicen las compras navideñas de este año... Cambiar el mundo esta en nuestras manos, desde hacer nuestros deberes hasta a enseñar a los de nuestro alrededor. Todavía me acuerdo de la carcajada de mi hermano cuando me escuchó por primera vez la palabra eco, excusándose con que me había convertido en una hipster o en una extremista de Greenpeace.
No por vivir en un pueblo nos tenemos que concienciar dos años más tarde a cada tendencia. Para ello, os dejo con este vídeo Hand Print, de Mary Nighy, para que empecemos a pensar.
